Las centrales sindicales mayoritarias, muy bien mantenidas con dinero público y, por tanto, sólo superficialmente mordedoras, han convocado una jornada de huelga general en España para el próximo 29 de marzo. Pertenezco al privilegiado sector de trabajadores que aún puede permitirse ir a la huelga, y la haré, como creo que tendrían que hacerla todos los que están en mi misma situación, por un motivo muy simple: no encuentro un solo argumento que justifique la postura contraria. Ni siquiera uno que he oído por ahí, y que comparto plenamente: que, aunque sea un éxito, la huelga no va a servir para nada. ¿Y qué? Lees periódicos, ves las noticias, escuchas a gente preparadísima decir que, con los recortes, la ciencia en España está al borde del colapso, conoces la situación que se vive en el sistema sanitario público (por no hablar del educativo), adivinas el futuro que nos espera de seguir con las políticas que se aplican, y te ves obligado a tomar la única posición coherente en un país podrido y a la deriva: plantar cara y cagarte en todo, aunque sea por un día y, quizá, no sirva para nada.
Coincido plenamente, si todos salimos a la calle, tal vez les entre el canguelo de perder su cotizadísima butaca en las proximas elecciones, que es lo único que tienen en cuenta los políticos, bueno eso y esperar que alguna eléctrica, empresa posttelefónica o de discursos de predicadores políticos para cargos elitista, lo fiche después de haber dejado su apreciada butaquita.
Para mí la situación está bastante clara: o se sale a la calle, o acabaremos yéndonos todos a la calle.
Yo también me sumaré a la huelga, como no, igual es la última que nos dejan hacer en 4 años… pero como diría Pepe Rubianes: «Manda Cojones !! que además tengamos que restar a las maltrechas nóminas (aquellos que aún nos queda nómina), el día de la huelga para reclamar un poco de sensatez general.
Si la cosa sirve para algo, al menos para que en el futuro nos jodan algo menos, la pasta que nos quiten habrá valido la pena. Si no se hace nada, será como decirles a los responsables de todo esto que no se preocupen, que ya seguiremos pagando el pato nosotros por ellos. Cada cual sabrá lo que hace, en este tema y en todos, pero la cara que plantas es igual al respeto que te tienen.