FANTASTIC MR. FOX. 2009. 87´. Color.
Dirección: Wes Anderson; Guión: Wes Anderson y Noah Baumbach, basado en la novela de Roald Dahl; Dirección de fotografía: Tristan Oliver; Montaje: Andrew Weisblum (Supervisión); Dirección artística: Francesca Maxwell; Música: Alexandre Desplat; Diseño de producción: Nelson Lowry; Producción: Wes Anderson, Allison Abbate, Jeremy Dawson y Scott Rudin, para Indian Paintbrush-American Empirical Pictures-20th Century Fox (EE.UU.).
Intérpretes: George Clooney (Voz de Mr. Fox); Meryl Streep (Voz de Mrs. Fox); Jason Schwartzman (Voz de Ash); Bill Murray (Voz del tejón); Wally Wolodarsky (Voz de Kylie); Eric Anderson (Voz de Kristofferson); Michael Gambon (Voz de Franklin Bean); Willem Dafoe (Voz de la rata); Owen Wilson (Voz de Skip); Jarvis Cocker (Voz de Petey); Wes Anderson, Brian Cox, Adrien Brody, Hugo Guinness, Roman Coppola, Karen Duffy, Robin Hurlstone, Helen McCrory, Jeremy Dawson, Allison Abbate, Mario Batali, Juman Malouf.
Sinopsis: Años después de prometerle a su esposa que nunca se separaría del buen camino, un zorro regresa a su antiguo modus vivendi y comete diversos robos en las granjas de los humanos más poderosos de la zona.
Una vez afianzado en el panorama cinematográfico como realizador de excéntricas comedias, Wes Anderson decidió dar un viraje a su trayectoria y experimentar con el cine de animación. Puestos a aportar novedades, Anderson trabajó por primera vez sobre material literario ajeno, y estuvo certero en su elección, pues escogió para estrenarse como adaptador al brillante e imaginativo Roald Dahl. Pese a estos cambios en lo narrativo y en lo visual, el particular universo del director texano es muy reconocible, y la crítica aceptó de buen grado la propuesta, que vino a confirmar que Wes Anderson es uno de los chicos más listos de la clase, aunque en su momento el film estuvo rodeado de cierta polémica, pues se comentó que la implicación del director de Academia Rushmore en la realización de la obra no justificaba que la firmara en solitario.
Lo primero que hay que mencionar es que el film supuso una alegría para los defensores de la técnica del stop motion, porque el resultado a nivel visual es magnífico, tanto en lo que se refiere al aspecto y expresividad de los personajes como a la plasmación de los distintos escenarios (cuevas subterráneas, granjas, bodegas, árboles convertidos en viviendas de clase media, alcantarillas e incluso un gran supermercado) que se suceden a lo largo de la película. El trabajo de todos los técnicos que dieron forma a las ideas de Roald Dahl, pasadas por el filtro de Wes Anderson y de quien ya fue su colaborador en Life aquatic, Noah Baumbach, es para levantarse y aplaudir. De todos ellos, me permito mencionar a un recién llegado al planeta Wes Anderson, pero no a la animación, campo en el que ya había ofrecido algunas perlas: Tristan Oliver. Sin él, difícilmente la película alcanzaría el grado de perfección que por momentos llega a tener. Sólo hay que ver la primera escena, en la que unos jóvenes señor y señora Fox se ven en un gran apuro cuando intentan conseguir comida en una granja, para comprobar el extremo detallismo de las imágenes, pero más adelante, cuando veamos el árbol en el que la familia zorruna vive su período burgués, o la fábrica de sidra del perverso Franklin Bean, comprobamos que los artífices de la película han logrado superarse.
Dice Wes Anderson que Fantástico Sr. Fox es el primer libro que recuerda haber leído en su vida. Lo cierto es que su guión es bastante fiel a lo escrito por Roald Dahl, aunque el director añade por aquí y por allá gotas de su perenne ironía, sus personalísimos interludios musicales, aquí con Jarvis Cocker como estrella invitada, y apuntes de sus peculiares conceptos de la familia y las clases sociales. El film, en todo caso, es una fábula (moral, como todas ellas) en las que se nos subraya que uno ha de ser lo que es, más allá de las consecuencias que eso le acarree. La naturaleza del zorro es la caza, ya sea a campo abierto, o internándose en granjas para conseguir presas cuyo destino, de todas formas, es una muerte rápida y cruenta. El protagonista es muy bueno en lo suyo pero, ante una situación de máxima emergencia y sabedor de que su esposa está embarazada, promete dejarse de aventuras y ganarse la vida honradamente. El zorro lo intenta, aunque su trabajo como periodista y su posición social no le hacen feliz. Por eso, traza un plan para llevarse cuantiosos botines de las propiedades de Bean, Boggis y Bunce, tres de los más prósperos empresarios cárnicos de la localidad. Éstos, como es fácil suponer, no verán con buenos ojos que una alimaña les saquee, por lo que dan inicio a una caza sin cuartel que tendrá graves consecuencias no sólo para el zorro, sino también para su familia (en la que su hijo sufre por su mediocridad, aún más visible por la presencia de su talentoso primo Kristofferson) y para el resto de los animales del bosque. Lo bueno es que el zorro es un tipo de recursos y, con la ayuda del resto de animales, conseguirá llevar a su terreno una pelea en principio tan desigual. Hay un claro mensaje de corte ecologista, servido con mucho humor y un ritmo que supone un salto adelante en la carrera de Wes Anderson en este punto. Es cierto que la descripción de los humanos es simplista, y que la película se deshincha algo en su tramo final, coincidiendo con los momentos en los que se hace más espectacular, pero eso no logra empañar la inteligencia y las bondades artísticas exhibidas desde el principio. Ah, y no puedo dejar pasar el hecho de que en Fantástico Sr. Fox se cruzaron por primera vez las carreras de Wes Anderson y Alexandre Desplat, formidable compositor que aquí ya luce de manera significativa.
Como es habitual, Anderson contó con la presencia de grandes estrellas al frente del reparto, además de con varios miembros de su troupe habitual. Quien pone la voz al protagonista es George Clooney, en una de sus escasísimas apariciones en el cine de animación. Sin duda, era el intérprete idóneo para ese héroe socarrón que es Mr. Fox. Algo más de experiencia poniendo voz a dibujos animados tenía Meryl Streep, aquí en una de las pocas buenas películas en las que había intervenido en lo que se llevaba de siglo. Su papel es menos jugoso que el de Clooney, cumple sin estridencias y no llora de forma apreciable, lo que es bastante novedoso en su caso. Me quedo con Willem Dafoe, espléndido en el papel de la rata que custodia la bodega de sidra de Franklin Bean, y con Michael Gambon, que pone la voz a este último personaje. De los asiduos al cine de Anderson, Bill Murray hace de Bill Murray hasta con la apariencia de un tejón, Jason Schwartzman está bastante bien como hijo despreciado, y Owen Wilson aparece poco, y tampoco luce en exceso. Bien Eric Anderson como joven con talento para todo, y notable la guasona intervención de Jarvis Cocker.
Fantástico Sr. Fox,. además de ser una de las mejores adaptaciones al cine de una obra de Roald Dahl, es una nueva prueba de que Wes Anderson es un director con talento y estilo al que, no obstante, esta vez le faltó fuelle para conseguir una obra maestra.