TRUMBULL LAND. 2018. 52´. Color.
Dirección: Grégory Wallet; Guión: Grégory Wallet; Dirección de fotografía: Guillaume Kozakiewiez; Montaje: Sandra Ach; Música: Rurik Sallé; Producción: Sabine Jaffrennou y Jean-François Le Corre, para Vivement Lundi-TCM Cinema (Francia).
Intérpretes: Douglas Trumbull, Denis Villeneuve, Gaspar Noé, Ridley Scott.
Sinopsis: El cineasta y mago de los efectos especiales Douglas Trumbull analiza su carrera.
El hasta ahora desconocido Grégory Wallet se estrenó en la dirección de documentales con un homenaje a quien probablemente sea el creador de efectos visuales más brillante de la historia del cine. Trumbull Land es un repaso a la trayectoria de alguien que estuvo detrás de tres de los grandes iconos de la ciencia-ficción de todos los tiempos, y que con su salto a la dirección ofreció un par de notables obras del mismo género.
Wallet nos ofrece un film para la pequeña pantalla de cuidada factura, en el que, al margen de los testimonios iniciales de dos fervientes admiradores de Douglas Trumbull, Gaspar Noé y Denis Villeneuve, es el propio protagonista quien explica su historia en primera persona. Hijo de un ingeniero que trabajó en los efectos especiales de El mago de Oz y continuó con su carrera en las siguientes décadas sin repetir experiencia en el mundo del cine, Trumbull, un hombre que tampoco sentía una especial pasión por el séptimo arte, llamó la atención de Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick cuando éstos vieron To the moon and beyond, un documental para la NASA en el que Douglas Trumbull se encargó de los efectos visuales. La continuación de la historia es conocida por todos: Trumbull se convirtió en uno de los principales apoyos para que Kubrick creara las imágenes que revolucionaron la ciencia-ficción para siempre. Gracias a esto, a Douglas Trumbull se le abrieron de par en par las puertas de un arte cada vez más interesado en las inmensas posibilidades que los avances tecnológicos le ofrecían para conseguir sombrar al público. No tardó el biografiado en dirigir su primera película, aunque el recuerdo que éste conserva de su faceta como realizador es más bien amargo: después de estrenar un notable largometraje de bajo presupuesto (Naves misteriosas), la experiencia no tuvo continuidad y, después de algunos proyectos que no llegaron a fructificar, Trumbull no volvió a la dirección hasta entrados los años 80, con una película, Proyecto Brainstorm, recordada sobre todo porque durante su rodaje se produjo el todavía no esclarecido fallecimiento de su protagonista, Natalie Wood. El fatal desenlace de la actriz y la tensión acumulada en su regreso a los platós hicieron que Douglas Trumbull se apartara, en lo físico y en lo profesional, de Hollywood. Eso sí, su prestigio como creador de efectos visuales permaneció intacto, y entre sus dos películas como director tuvo una participación decisiva en los efectos especiales de otros dos films legendarios de la ciencia-ficción cinematográfica: Encuentros en la tercera fase y Blade Runner. No pocas de las inolvidables imágenes de esas películas se deben a Douglas Trumbull. En sus explicaciones de cómo esas imágenes fueron creadas reside lo más interesante de este documental que, al centrarse casi en exclusiva en el testimonio del homenajeado, sufre de falta de perspectiva, pero constituye un valioso ejemplo de cómo los técnicos pueden engrandecer el cine. Que, en esta década, el nombre de Douglas Trumbull (que en la película alude a un proyecto propio que todavía está por cristalizar) aparezca asociado a una de las pocas películas (El árbol de la vida, de Terrence Malick) que contiene imágenes tan asombrosas como las de las más legendarias obras en las que colaboró, da una muestra del prestigio e influencia de este mago de los efectos visuales, que, además, contribuyó a que su padre regresara al cine, colaborara con él a las órdenes de Spielberg y fuera uno de los nombres que contribuyeron a crear ese imperio de los efectos especiales llamado Industrial Light & Magic. Merecido e interesante homenaje, sin duda.