Nada mejor que terminar una semana intensa, para lo bueno y para lo malo, con un concierto de los que te hacen mover los pies todo el rato y te levantan del asiento al final. Para ello acudí a Badalona, donde la pianista criada en Louisiana Marcia Ball ofrecía el concierto de clausura del festival Blues & Ritmes 2012. Descubrí a Ball gracias a ese enorme divulgador de la música de raíz norteamericana llamado Clint Eastwood, y aterricé en el muy estético Teatre Zorrilla para asistir a una volcánica sesión de rhythm & blues de Nueva Orleans que no dio apenas respiro al numeroso público asistente en las dos horas de concierto.
Ball tiene estilo, su talentoso pianismo estilo boogie woogie destila pasión y entusiasmo, y desde luego va sobrada de ritmo. Se acompaña de un eficaz cuarteto de músicos (saxo, guitarra, bajo y batería), siempre profesionales y a veces brillantes, y aunque su voz fue perdiendo intensidad hacia el final del concierto, ofreció un espectáculo digno de verse y oírse, en el que, sin apenas solución de continuidad, se sucedieron temas de gran calidad, como Crawfishin´(con un interesante duelo entre el guitarrista Mike Schermer y el saxofonista Thad Scott), Louella, I wish you well, Where do you go? (balada-homenaje a las víctimas del huracán Katrina), Party town o That´s how it goes, por destacar sólo algunas de entre un nivel general notable al que acompañó un sonido mas que correcto. Puro Nueva Orleans, música auténtica y poderosa que transmite energía positiva, excelente manera de pasar un sábado noche. Marcia Ball puede contarme entre sus fans.
En solitario:
En concierto, acompañada de la misma banda con la que tocó anoche en Badalona: