Categoría: frases célebres

Lo dijo André Maurois, y con esta frase dio una de las claves sobre el que tal vez sea el daño colateral más frecuente de la sabiduría: «EL VERDADERO MAL NO ES EL DEBILITAMIENTO DEL CUERPO, SINO LA INDIFERENCIA DEL ALMA».

Frase de Martin Luther King, tan apropiada hoy como cuando se dijo: «NO ME PREOCUPA EL GRITO DE LOS VIOLENTOS, DE LOS CORRUPTOS, DE LOS DESHONESTOS, DE LOS QUE CARECEN DE ÉTICA. LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS».

Reflexión del escritor Edward Abbey, muy apropiada para estos tiempos: «COMO LA GUERRA Y EL GOBIERNO DEMUESTRAN. LA LOCURA ES LA MÁS CONTAGIOSA DE LAS ENFERMEDADES».

Frase de Marco Aurelio, muy indicada en una fecha que es sinónimo de dolor: «LA ÚNICA FORMA DE VENGARSE DE UN ENEMIGO ES NO PARECÉRSELE».

Lo dijo todo un Nobel de Literatura como André Gide: «UNA MUJER NO COMIENZA A MOSTRAR SU EDAD HASTA QUE EMPIEZA A OCULTARLA».

Además de por su genio político y militar, admiro a Napoleón Bonaparte por ser el autor de frases como esta: «LAS BATALLAS CONTRA LAS MUJERES SON LAS ÚNICAS QUE SE GANAN HUYENDO».

Lo dijo Concepción Arenal. Cuánta razón tenía… «TODO LO QUE ENDURECE, DESMORALIZA».

Lección para incautos de Cesare Pavese: «SERÁS AMADO CUANDO PUEDAS MOSTRAR TU DEBILIDAD DELANTE DE ALGUIEN SIN QUE EL OTRO SE SIRVA DE ELLA PARA UTILIZARLA EN TU CONTRA».

Tipo listo, Oscar Wilde: «EL TRABAJO ES EL REFUGIO DE LOS QUE NO TIENEN NADA QUE HACER».

He querido que el autor de la última frase célebre del año sea un tipo tan festivo como Arthur Schopenhauer: «LA SOLEDAD ES LA SUERTE DE TODOS LOS ESPÍRITUS EXCELENTES».